Camino desde Sant Paul hacia Picadilly y comienzo a oir una voz que me resulta familiar. A medida que avanzo suena má cercano y contundente y cuando giro en la plaza alucino. Es Elvis, pero Elvis, Elvis. Está cantando cruzandose con los ejecutivos de la City que han salido a tomar el lunch y la pint de los viernes porqu el weekend ya está aquí.
Al final era cierto. Elvis no murió en Graceland en el 77. Se traladó a London a llevar otra vida, pero de vez en cuando le da el subidón y sale a calle a cantar, emulando sus tiempos de conciertos en Las Vegas. Escucho Surrender y Suspiciuos man y el concierto se suspende bruscamente porque llega una ambulancia y se lo lleva.
¡Que paren las rotativas! Elvis está más vivo que nunca. "Won’t you please surrender to me. Your lips, your arms, your heart, dear. Be mine forever. Be mine tonight"...
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