Llego a Londres con media de retraso y me pregunto quien habrá inventado lo de la puntualidad británica, porque siempre que subo a un tren viene diez, quince o treinta minutos delayed. Lo bueno es que Esther me está esperando en el andén porque su Eurostar si llegó bien desde Paris.
Como cambian los tiempos. La última vez que estuvimos juntos en Londres fue hace 20 años cuando decidimos pasar la nochevieja aquí. Memorable aventura con Andrés, Pili y Ana que daría para escribir otro blog. Ahora todo va tan rápido que Esther desayuna en París y yo en York y ya estamos en disposición de tomar un vermú en London. Pero primero nos vamos al Hotel a dejar las maletas.
Estamos alojados en Balmoral, no Palace sino House Hotel en Sussex Gardens en Paddinton. La dueña nos recibe en la calle y sin mediar palabra nos dice: Hola sois españoles ¿no?. Pero lo dice con un acento de Coruña de los gordos. Y es que la señora y su marido son gallegos.Lo que nos facilita y ahorra tiempo porque no hay que pensar como se dice conexión a internet, hora del desayuno y otros.
El hotel es pequeñito y está rehabilitado recientemente, así que la habitación está francamente bien. Sencilla, pero llena de detalles que van a gustar a Cristina e Isabel. Tengo conexión a internet bytheface y desyuno británico todas las mañanas con sus beans, sus eggs y sus sausiges. Metro y estación de tren a dos minutos. Y Notting Hill a diez minutos caminado, lo que nos va a venir muy bien para el Carnival de mañana. Así que la cosa pinta bien.
No esperamos un momento más y salimos corriendo en busca de lo más interesante de la ciudad.
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