YOUTH, DIVINE TREASURE (Back to the future)

"Juventud divino tesoro, ya te vas para no volver, cuando quiero llorar no lloro y a veces lloro sin querer". Me pasé todo séptimo de EGB empollando la poesía de Rubén Darío para recitarla en el festival de fin de curso. Mientras  tanto, mis amigos "desclasados" que iban a la escuela pública se dedicaban a estudiar inglés "esa lengua de bárbaros" que decían mis frailes. Nosotros sin embargo estudiábamos francés, "esa lengua elegante, armónica y  preciosista que os abrirá las puertas del mundo". ¡Visionarios!. Treinta años después tengo un aceptable nivel de la lengua de Moliére que me permite sacar pecho en los conciertos de Dominque A y Benjamin Biolay. Pero el mundo gira en otra órbita y este año no tuve la oportunidad de practicar francés (en sentido literall) ni en Primavera Sound ni en el Sonar.

Todo eso más la comprobación de que en las carteleras de cine arrasan "El equipo A" y "Pesadilla en Elm Street" me ha trasnportado al año 1984, ese año en el que podría haberme ido a Londres a hacer mi primer curso de inglés. Pero claro, cuenta tú en una casa de la cuenca con escasos recursos que te paguen un stady en England cuando te pagaron clases particulares de francés un montón de años.  

Por eso el calentón linguístico me duró justo el tiempo en que preparaba  la mochila para pasar mi primer fin de semana en Llanes en el año 84, bailando a Simple Minds en Les Escueles,  creo que con Enrique Bueres y Chus Pedro a mi lado. Creo, porque los cubatas de Gin Arpón que llevabamos del economato de HUNOSA en el 850 derritieron bastantes neuronas.

Así que emulando a Michael J. Fox, que tiene tres años más que yo, me voy a lanzar a hacer un curso de inmersión lingúistica en York durante un mes exacto. Todo un back to the future. Y la forma de comprobar mis avances y relación con el mundo exterior va a ser este blog. Espero que al otro de la red encuentre el eco y el ánimo que necesitaré sin duda.